viernes, 23 de mayo de 2014

RECUERDOS DE LA PATRULLA “POLLOS”



Hace mucho tiempo, en un balneario cercano a la ciudad de Trujillo; se reunieron muchachos cuyas edades fluctuaban entre los 11 y 14 años, con la finalidad de participar de su primera experiencia como acampadores. Era febrero del año 1985, el lugar Huanchaco, y los participantes scouts de distintas tropas de la localidad Scout de Trujillo. El evento que se realizaba era el II CALOTRO (campamento Local de Tropas), el cual se daba en dos fases: la primera para scouts que nunca habían participado de un campamento anteriormente y la segunda para scouts experimentados.
Por razones que sería largo explicar y que pueden ser tema de otra remembranza; en  esa oportunidad participé como integrante de la Tropa del Grupo Scout Trujillo 155. La actividad era organizada por la localidad Scout, y como nuestro Jefe de Tropa no había promovido la participación de toda la Tropa, pues el siguiente mes teníamos un campamento de nuestra unidad; sólo asistimos 5 integrantes de la Tropa del 155 que fueron Los Hermanos Carlos y Jorge Matos, Marco Almendras, Richard Velásquez y quien escribe esta remembranza. Como éramos solo 5 scouts, la patrulla fue completada con un integrante del grupo Scout Trujillo 16, muy pequeño, a quien conocimos simplemente como Paco. (años más tarde me encontraría nuevamente con Paco, pero esta vez como colega de profesión, y supe que su nombre era Telmo Zavaleta).
Como todos pertenecíamos a diferentes patrullas, al iniciar el campamento teníamos la misión de encontrar un nombre para la patrulla que habíamos conformado temporalmente. Debatimos la cuestión, y entre muchas posibilidades; considerando que todos éramos primerizos en el arte de acampar, decidimos bautizarnos como “Patrulla Pollos”. Elegimos como guía al mayor de los integrantes que era Richard (quien también era guía de patrulla en el 155), y como Sub guía a Carlos.
Grande fue la sorpresa en la primera reunión de todos los participantes del evento cuando hicimos nuestra primera presentación gritando a todo pulmón: - Patrulla Pollos alerta, descanso, alerta; Pollos nuestro grito: ¡PIO, PIO, PIO!; pollos nuestro lema: ¡con plumas o sin plumas seremos los mejores!; pollos nuestra barra: ¡les cuadre o no les cuadre, los Pollos serán tu padre!
Nuestra primera aparición fue histriónica e hilarante; pero a pesar de ello, marco el estilo y personalidad de la Patrulla: alegre, divertida, con mucha fuerza y energía; pero sobre todo un gran espíritu scout. En ese campamento arrasamos en todos los juegos y competencias que se realizaron.
 Como nos gusto tanto la experiencia, y teníamos la energía desbordante; lo cual sería difícil de imaginar si vemos los físicos actuales de los integrantes de la patrulla; luego de 4 días y tres noches de competencias y de dormir bajo carpa; decidimos quedarnos seguidamente y sin descansar para la segunda etapa del campamento; en la cual ya nos enfrentaríamos a las patrullas más experimentadas de la localidad de Trujillo, y en especial del Trujillo 15.
Llegamos a la segunda fase del Calotro, con la fama de haber destacado en la fase anterior; por lo que las patrullas participantes nos miraban con cierta curiosidad de saber quienes éramos Los Pollos. Sin embargo, las patrullas que teníamos enfrente eran históricas, y casi leyenda en el 15, como Los Búfalos, Las Panteras y los Canarios. Esta vez sí estábamos bastante intimidados y nerviosos.
Hicimos un gran esfuerzo por quedar bien, y en algunas competencias de destreza y esfuerzo pudimos destacar un poco; pero en las competencias que implicaban conocimientos y práctica de pionerismo, campismo, canciones scouts, cocina de campamento (del desayuno que fue lo único que cocinamos en dicho campamento), y juegos netamente scouts; las patrullas más experimentadas nos dieron una lección. En esta fase, la patrulla Pollos hizo honor a su nombre, pues éramos pollos al lado de patrullas que tenían decenas de campamentos interactuando juntas.
Lo importante de  nuestra participación en esta fase, es que nos abrió los ojos para poder observar la existencia de una gran hermandad; pues fue el primer contacto con amigos entrañables a quienes seguimos viendo y frecuentando hasta la fecha.

El nombre de esta Patrulla que integré en mi primer campamento, fue quizá el vaticinio de que, un año y medio más adelante, conocería en el movimiento scout a una persona a quien llamaríamos de cariño “La Pollo”; con quien dios me ha dado la gracia de formar un hermoso hogar.